Pocas series en la historia han alcanzado un nivel de influencia tan alto, Game of Thrones no fue solo un show de Tv, fue un fenómeno cultural global, y lo que afecta la cultura popular no puede quedar fuera del radar de las marcas y agencias.
¿Por qué nos gustó tanto esta serie?
Negocios son guerra
Varios de los conceptos de negocios tienen un origen en la guerra, comenzando por lo que conocemos como «estrategia».
Viendo la serie con óptica de empresa empezamos a hacer paralelismos, a considerar por ejemplo que las familias nobles son marcas, que sus estandartes y lemas equivalen a logos y slogans, diferenciándolas y transmitiendo claramente la promesa y esencia de cada una.
Podemos considerar también los territorios o reinos como «mercados» que son dominados por esas marcas, y a las guerras como la competencia que surge naturalmente entre marcas rivales.
Sellar alianzas complicadas, sacrificar recursos, cambiar de líderes, defender territorios, tomar decisiones arriesgadas, son situaciones que afrontan tanto ejércitos como empresas y marcas, por eso es fácil identificarnos con los conflictos de la serie, tal vez hay algo de estratega militar en cada planner y director creativo.
Game of Thrones es una lovebrand
Basta mencionar un hito reciente para darse cuenta de esto: durante la emisión del capítulo de «La Batalla de Winterfell», todos los trending topics de Twitter a nivel global fueron sobre la serie y sus personajes, esto no lo han conseguido ni siquiera los fenómenos cinematográficos de Marvel, ni los fenómenos deportivos como el mundial de fútbol.
¿Quieres saber qué capacidad tuvo GOT para conectar personas? haz este experimento, saluda a algunos desconocido diciendo «Valar Morghulis», te vas a llevar bien automáticamente con los que te contesten «Valar Dohaeris».
¿Quieres saber qué tan leales son los fans de esta marca? solo tienes que comentar en tus redes que alguna otra serie es mejor o que aún no la viste, y esperar unos minutos para que te llenen de comentarios defendiendo la serie o recomendándola.
Propuesta genuina
Otro de los grandes atractivos que encontramos es que los personajes actúan como seres humanos reales, claro que es un mundo de ficción con elementos mágicos, pero sentimos que los personajes tienen comportamientos creíbles, con un lado virtuoso en muchos casos, pero también un lado defectuoso, sus acciones reflejan motivaciones y comportamientos reconocibles y variados, ambición, celos, amor, miedo, valentía, deseo de reconocimiento, etc. no están envueltos en ese manto de infalibilidad típico de los héroes de historietas.
En un momento donde todos hablan de «humanizar las marcas», pocos aceptan que eso significa mostrar no solo el lado bueno, sino también el lado malo, asumir los errores, reconocer las falencias.
Reality Check
GOT transcurre en un universo de fantasía, pero no es ningún cuento de hadas, los personajes están lejos de ser invulnerables, y en ningún momento se intenta negar la ocurrencia de eventos trágicos o las consecuencias de la violencia, por eso la serie está cargada con grandes dosis de realidad que las marcas y agencias podemos tomar en consideración:
- Nadie está totalmente seguro, ni un rey, ni tu marca, ni tu puesto de trabajo.
- Puedes perderlo todo en un instante, una sola decisión equivocada es lo que se necesita para perder la vida, un reino, una campaña o un cliente.
- El buen comportamiento no siempre es recompensado, puedes ser un rey justo y perder la corona en manos de un traidor, puedes ser una empresa legal y no tener utilidades, mientras una empresa turbia se forra de billetes.
- No puedes ganar siempre, ni el mejor guerrero gana todas las batallas, ni el mejor publicista logrará siempre sus objetivos en todas las campañas (ni todos los capítulos van a ser buenos, la trama de Dorne en la temporada 5 fue terrible, alguien tenía que decirlo).
- La fuerza bruta a veces le gana a la inteligencia, a todos nos gustan las historias del protagonista sin posibilidades que da la sorpresa y vence contra todo pronóstico, pero en la vida real suele ser mala idea negar la efectividad de la fuerza bruta, un ejército más grande puede destruir al ejército del héroe, y un presupuesto más gran puede ganarle a una excelente idea.
- Nada es gratis, ni los buenos soldados, ni las buenas campañas publicitarias, para conseguir algo que valga la pena habrá que sacrificar algo a cambio.
Una producción impecable
Al trabajar en publicidad es natural involucrarse en producción audiovisual, y luego de un par de spots valorar muchísimo más el esfuerzo que se requiere para lograr una buena toma, un buen diálogo o una buena reacción del actor para una escena.
Se comienzan a apreciar detalles que pasan desapercibidos para un espectador común, de fotografía, producción, edición, musicalización, etc. sabiendo que hay un ejército de profesionales que trabajó en esos aspectos para cada escena.
Aplaudimos la gran apuesta que se hizo con esta serie, en lo económico sabemos que cada episodio costó entre 6 y 10 millones de dólares, y en lo profesional se nota y se agradece el cuidado en cada detalle, desde las locaciones espectaculares hasta los efectos y personajes generados con CGI
Sobre la temporada final, ok, tampoco nos convencieron del todo algunos giros bruscos que se dieron para cerrar la trama de varios personajes, (se sintieron los huecos) y estamos seguros que el resultado hubiese sido mucho mejor si se hubieran realizado 10 capítulos en vez de 6 (se les notó el apuro por terminar rápido estimados Benioff y Weiss).
Finalmente no podemos dejar de mencionar algunas marcas que aprovecharon el hype muy bien durante la temporada final, nuestros casos favoritos fueron los de OREO y Jonnhy Walker con sus ediciones especiales:
Si eres fan de la serie déjanos un comentario sobre lo que más te gustó o llamó la atención.